lunes, diciembre 17

Abzurdah.

Siempre me ha gustado leer de temas de Psiquiatría (aunque en su momento no me diera cuenta de ello), y supongo en particular me genera un interés casi (casi) mórbido el tema de los Desórdenes Alimenticios. He visto fotos, leído historias y artículos al respecto y supongo que en algún futuro no (muy) lejano podría trabajar con pacientes psiquiátricas respecto a esos asuntos. Mientras, encontré este libro sobre el tema de anorexia y bulimia, y debo decir que realmente, ni me gustó ni me disgustó, simplemente fue algo sobre algo que yo ya sabía pero contado como una autobiografía. La protagonista llegó a desesperarme, sentí que nunca tomó el control de su vida hasta llegar a los extremos, y aún así parece no estar muy segura de lo que desea, dejándose llevar por deseos ajenos, que tristemente la transformaron en lo que fue. Tal vez si fuera en otra ocasión me hubiera impactado más, pero esta vez no, fue algo sencillo, y ampliamente conocido, y hasta un poco equis.
Mecomoami.

lunes, diciembre 3

El Abismo en el Tiempo.

Cuando busqué leer algún libro donde pudiera sentir terror (después de haber leído algunas obras de Poe), un primo (de los que más quiero) me recomendó este libro, y me lo prestó. Ya tiene mucho tiempo de esto, y aquella vez si recuerdo que mientras leía pude sentir miedo, cosa que aún así no me detuvo para terminar de leer. Me gustó la trama, porque era totalmente alejada de lo que yo pensaba me causaría terror. Me quedé con esa idea por mucho tiempo, hasta que hace poquito, me volví a acordar de Lovecraft, aunque no recordaba el título de su libro. Se quedó como pendiente, hasta que pude encontrar el libro para poder leerlo desde el celular para estar leyéndolo cuando tuviera tiempo / quisiera / la guardia me lo permitiera. No recordaba que fuera tan corta la historia,y ciertamente no me produjo tanto miedo como antes, aunque de repente me dejaba pensando en cosas pavorosas y me estremecía a ratitos, sobre todo por la Gran Raza y la alteración de la mente, y aquellos abismos donde ya todo está escrito, y no se puede cambiar.
Probablemente lo vuelva a releer, con un poco más de calma, o a la mejor lea alguna otra obra del mismo autor, en busca de otro poco de pavor.
¿Y la raza debilitada?

domingo, noviembre 25

Criadas y Señoras.


La película de ese libro originalmente se llama “Historias Cruzadas”, un título que me gusta muchísimo más, aunque en sí no da a entender mucho de que trata la trama. Ahora, para variar, vi primero la película (la cual, desde que vi la publicidad me entró la curiosidad de saber de que se trataba), en mis ociosas vacaciones cuando Lennon se iba de guardia y yo tenía la cama para mi solita y me desvelaba hasta altas horas de la noche (ni tanto) viendo películas que rentaba / descargaba de Internet. Y me gustó mucho, me hizo reír y me conmovió con la temática del trato a los negros, sobre todo desde un punto de vista tan interesante como el de la servidumbre. Como vi que había libro, para no perder la tradición lo busqué y me lo leí. Me gustó casi tanto como la película, y me hubiera encantado que el libro completo lo hubieran adaptado, pero se entiende que tienen que cortarle varias escenas, las necesarias. El mensaje es bonito, y lo único que me llegó a ser un poco molesto es que transcribieran de manera muy literal el modo en que hablaban los negros, me hacía sentir que leía a la negra Tomasa, o alguien así, argh. Y que no pusieran un apartado con la receta del pollo frito y el pastel de chocolate de Minny ):
You’re good, you’re kind, you’re smart.

Las Muertas.


Ya había leído este libro en mis épocas secundarianas, como parte de una tarea para alguna asignatura relacionada con Literatura. Y cómo tuve en vacaciones pasadas mucho tiempo para leer, me dieron ganas de releer ese libro, por meras ganas de tener algo que hacer. Me gustó, y me refrescó la memoria un poquito, ya se me había olvidado lo gandallas que eran esas hermanas, y su sangre fría para manejar un prostíbulo y mandar y matar a sus chicas, siendo todo aquello perfectamente normal y rutinario para ellas. Ahora nada más falta ver la película, aunque eso del cine mexicano no es totalmente de mi preferencia, y a veces me ha generado decepciones varias (como la adaptación de “Los Renglones Torcidos de Dios” con Lucía Méndez, sin comentarios).               
Lo peor fue la pobrecita de Blanca y su dentadura.

martes, octubre 2

23â 1m

Justo a estas horas (si todo sale bien y programé adecuadamente la opción de Blogger) ha pasado un mes desde mi último cumpleaños. Mismo que es a su vez el primero que paso sin que esté mi familia presente ni yo en mi lugar de origen. Esta vez fue en Cancún, y de guardia, la última de Ginecología. Todo suena bien hasta la parte de Cancún, ¿no? aunque al final si me gustó atender partos y saber que habían muchas más personitas que les tocaba nacer en un día tan bonito como el 2 de Septiembre, y hasta tuve pastel con mucho chocolate, e incluso mi R1 me invitó el desayuno y me abrazó bien fuerte y también dijo que ya me podía dejar totalmente a mi solita antender un parto sin su supervisión. Eso sí, admito que al momento de salir de casa le decía a Lennon egoístamente que no quería compartir con nadie mi día, y ya después no me importo que fuera domingo, y tuviera guardia, y al día siguiente me tocara iniciar con un nuevo servicio (Pediatría), de cero.
Pero eso sí, un día antes me la pasé de maravilla, y fui a Isla Mujeres, y estuve snorkeleando con el amor de mi vida y una muy buena amiga, y comimos mucho, y después fuimos de compras. Y después el lunes, pasado el impacto inicial pediátrico (...), Lennon me volvió a comprar más pastel, y me hizo sentir muy feliz y muy querida, como siempre lo hace.
Todavía no me acostumbro a mi nueva edad, y no la siento mucho, a la mejor porque con tantas guardias y hospital no estaba muy consciente de este cumpleaños hasta que faltaban pocos días (y porque se mezcló tantito con el cambio de servicio), pero ya poco a poquito la voy sintiendo. Ni modo, hay que crecer e ir aumentando los digitos, además de que me queda de consuelo ser de las internas más jovenes (hay algunos de hasta 26 años o_o), creo yo.
Y así, algún día podré decir "los 23 años fueron cruciales en mi carrera como médico, fue a esa edad que realicé mi Internado", o algo.

lunes, octubre 1

Ginecología y Obstetricia.

El primer servicio de mi Internado Rotatorio de Pregrado. El horror en cuánto me enteré, aunque a la vez un poco de alivio, puesto que quería iniciar con lo que menos me gustaba (hasta ese entonces), y un poco más de horror aún con eso de entrar automáticamente el 1° de Julio (domingo) y tener guardia (la tan poco querida guardia B, la que más trabaja y la que tiene a los peores residentes -dicen-), sabiendo yo poco (¡nada!) de cosas del diablo y la Tococirugía. Afortunadamente, mi compañera de guardia es también mi compañera de casa, y sabe mucho de muchas cosas y siempre me echa la mano (siendo todo lo contrario a mi otra compañera de guardia, la cual no se apareció ese día, debo decir), y sobrevivimos. Posteriormente ya fui aprendiendo, ya fuera por rebosamiento, por leer, por las clases (en aquellos minutos donde no me quedaba dormida), los residentes (especialmente la R1 de mi guardia, quien, a pesar de que luego parecía que te delegaba todo por pereza, en realidad era para ver que tanto podías dar) o por los propios compañeros, los cuales debo decir, son (somos) una gran rotación y la mayoría nos llevamos bien, aunque tengamos de por medio una oveja negra (sin comentarios, no merece que se mencione algo de ella). Finalmente, unos 20 partos y unas 20 guardias después (aproximadamente ambos), si bien no salí siendo una  ginecóloga experta, terminé queriendo un poquito más esa especialidad, sobre todo los partos y su adrenalina. Me costó 2 camazos (y sus respectivos pasteles), y pasar del temor, odio y cariño a las gorditas y sus bebés, pero valió la pena. En el fondo, me hacía feliz estar en Tococirugía, y poder ayudarles a las señoras a que dieran a luz, y que pujaran con todas sus fuerzas ("¡con el estómago, no con la garganta señora!") para que saliera su pequeño/a, fuera primigestas, muligestas, con episio (cada vez mis suturas fueron siendo mejores y al final terminaban como quinceañeras con experiencia) o sin ella; todo eso valía la pena, aunque cada guardia yo deseara que no llegara nadie, y sufría al ver como pasaban las pacientes a valoraciones, y de repente ya tenían puesta la batita verde y las botitas azules y se sentaban en la banquita que dividía el área quirúrgica del área de consultorios, con ligeras contracciones y cara de inocencia, antes del tan conocido (y temido, y a veces odiado) grtito de: "¡Paciente a labor!". Como lo soñaba, eso y el ruido del cadiotocógrafo. Pero me gustó, y mucho (pero no quiero ser ginecóloga, lo demás de las cesáreas y control del embarazo y otros acompañantes no me terminó de entrar ni de gustar), tanto que en secreto, cuando rote por Medicina Familiar, me gustaría que me mandaran de nuevo como apoyo, especialmente porque para ese tiempo, a Lennon le tocará rotar por ahí, y podríamos hacer guardias juntos, como cuando estábamos en la carrera, awww.
1/6

martes, septiembre 25

La Ruta del Hielo y la Sal.

Hace mucho que no leía a algún autor mexicano, y debo decir que José Luis Zarate me impresionó sobremanera; ahora entiendo porque mi compañero de Interndo me recomendó tanto esta novela corta (cortita, me la leí en el par de horas en lo que el plomero arreglaba el problema del agua caliente, el cual sigue sin tener solución :/), él que también es un asiduo lector como yo. Es un texto lúgubre, sin esperanza, desolado y también sexual, pero triste porque el capitán vive eternamente reprimiéndose, y cargando con un muertito, pero al final encuentra la paz. Ya se lo recomendé a mi hermana, ojalá le guste y encuentre la relación con Drácula, aunque parezca que no haya mucha con el individuo misterioso de Bulgaria y las ratas blancas, ñaca ñaca.
El placer y el temor a veces se parecen tanto.

lunes, septiembre 24

Pendientes para las Vacaciones.

Del 24 de Septiembre al 05 de Octubre de este año, el Infernado me libera de sus garras (y de sus guardias, y de algunos médicos de base, residentes e internos nefastos) y soy libre para hacer lo que me plazca, pero (trataré) no me dedicaré a la vagancia y al libertinaje, de ahí que haré que buscaré dedicarme a lo siguiente:

  • Dormir decentemente (más de 4 horas, menos de 10, para eso de no malacostumbrarme).
  • Ir al HGZ #3 y buscar al Paidopsiquiatra y pedirle me deje estar en la consulta con él/ella.
  • Hacer ejercicio / correr.
  • Comer sano / no comer cerdamente.
  • Leer temas de Pediatría (lo básico).
  • Leer (releer "Diablo Guardián" y leer "La Ruta del Hielo y la Sal")
  • Conocer Cancún.
  • Ver muchas muchas películas.
Pero por hoy, me dedicaré a disfrutar que hace frío en Cancún, y dormiré dormiré y dormire.

Los Renglones Torcidos de Dios.


Alguna vez una tía me llegó a comentar de la película (originalmente libro, pues), y ya me había llamado la atención, aunque se me quedó relegado, hasta que me volvió el amor y el interés por los asuntos de la mente, y al empezar a releer un poco de mi adorada Psiquiatría, recordé el libro (y la película), y me dispuse a encontrar primero el libro, y leerlo. Me encantó, a pesar de ser muy crudo, y mostrar tantos personajes tan desgarradores e impactantes (que triste, pero cierto, están presentes y en todos lados, donde uno menos se lo imagina), en especial la mismísima Alice Gould, quien a ratos me chocaba (por su brillantez y exquisitez de persona y perfección misma) y  ratos me deslumbraba por su manera de pensar. Además, todo empieza a ponerse (más) interesante desde la llegada del Dr. Alvar, y su relación con Alice. Hay pasajes muy buenos, dignos de leerse más de una vez, como las elucubraciones de Alice o las juntas de los psiquiatras. Seguramente volveré a leerlo más adelante, ya que, siento que hizo que girara un poco más mis ojos hacia la Psiquiatría, definitivamente.
Además, yo también estoy secuestrada legalmente en mi internado, ja.

El Resplandor.

Ya tenía rato queriendo leer este libro, más que nada por todo lo que se decía de la película, aunque de esta no conocía más que una que otra escena, y francamente no les veía relación, por lo que se quedó como un libro pendiente más, hasta que me quedé sin material para leer y me puse a buscar (como de costumbre), y empecé a leer. Realmente, esperaba que me diera más miedo, y que me dejara sin dormir a ratos, o incluso interfiriera en mi descanso, pero nada de eso pasó. Tal vez si vea la película (de la cual ya vi unas escenas y ahora sé de qué trata), cosa que tampoco he podido hacer (no porque no me haya podido hacer un cachito de tiempo, sino porque, a pesar de ya estar inscrita en un videocentro, no tienen la película disponible). En sí el argumento y la trama me gustaron, y habían partes en las que sí me latía el corazón un poquito más de lo normal (como cuando se movían las figuras de los animales de arbusto), pero no logró agarrarme del todo, aunque el final estuvo interesante. De todos modos, fue un buen libro, y ahora espero, poder algún día leer aquel otro de Stephen King respecto a un payaso malvado, que dicen que ese sí espanta. Dicen.
Redrumurder!

sábado, junio 30

Las olas del mar no suenan por mi ventana, pero ya estoy en Cancún.

Así es, lo logré.
¡Una plaza foránea para el Internado! ¡Y en Cancún!
Está de más decir que antes de todo el "acto púbico" estaba hecha un mar de nervios (y naúseas), sobre todo un día antes, pero a partir de aquel momento en que mencionaron mi nombre y me levanté y dije "Elijo el HGR #17, en Cancún" (y después Lennon se levantó y dijo "ahora sí quiero tomar mi plaza" y también tomó lugar acá conmigo, y se reservó por mi <3), todo ha pasado muy rápido. La entrega de oficios el papeleo, los trámites, la búsqueda de boletos de avión (baratos, para evitar hacer 25 horas en autobús), el buscar cómo acomodar todo en dos maletas, una mochila y una bolsa (¿Cómo empacar lo necesario para un año de mi vida? ¿Qué me llevo?), pláticas con mi hermana en la noche acompañadas de lágrimas, la ida al  aeropuerto, la llegada, la búsqueda de un lugar para vivir (casita de dos pisos con mis 5 compañeros de Internado de la ESM, a 15 minutos en camión del hospital), y después el asistir 5 largos, tediosos, necesarios, útiles y a veces terroríficos días al Curso de Inducción, culminando ayer en la ceremonia de despedida de los Médicos Internos de Pregrado que ya se iban, y saludando a aquellos Médicos Internos de Pregrado que llegaban (nosotros, ¡yo!), y una asignación de rotaciones y guardias.
Resultado: soy Guardia B (!) y mañana me presento en Ginecología y Obstetricia a las 7 am, para realizar mi primera guardia, ñaca ñaca. Después continuare con Pediatría (apapachadores pero estrictos, ir SIEMPRE toda de blanco, y me tocan mis vacaciones u_u), Cirugía (genial), Medicina Interna (y paso a ser MIP 2, muajajaja), Medicina Familiar (o Medicina Feliz como dicen algunos, pero yo no le veo nada de feliz porque  haces guardias, ¡jum! además de que me toca mi segundo periodo vacacional) y termino con Urgencias (seguramente, para pagar todos mis pecados, o probar que ya estoy lista para el Servicio Social, o algo...). Lennon también es guardia B, aunque su rotación es muy diferente de la mía, aunque está bien, porque llegaremos juntos de la postguardia a morirnos,  y nos echaremos la mano en tips para servicios y exámenes :D; mientras, ya es sábado, y mi día debe iniciar con despertar a Lennon, desayunar, (tal vez) alzar un poco el cuarto, bañarse, estudiar bastardamente Ginecología, imprimir y enmicar mis tarjetitas y libro guía para Historia Clínica y Propedeútica, cocinar, y si se puede, ir al centro de Cancún por un pantalón...adivinen el color, jaja.
¡Cambio y fuera, MIPchelle!

Lolita.

Ya había visto la película en clase de Psicología Médica (!), y anteriormente un fragmento al azar algún día al pasar canales en la televisión (aunque, como no vi mucho, no le entendí mucho), y me gustó mucho, pero tenía la curiosidad de leer el libro de Nabokov tal cual. Lo dejé en mi lista de pendientes, y pasó mucho tiempo, hasta que, al tener mi teléfono una aplicación para leer libros, y ante mi vacaciones (o al menos mucho tiempo libre), lo busqué, lo cargué y lo leí.
Muy buen libro, me encariñé con Humbert a pesar de tener una mente tan retorcida (pero de un modo romántico, supongo), y Lolita también, aunque a ratos la aborreciera por ser tan infantil y malvada, pero al final era su esencia, y el modo en que terminó sus días, peor, mas su destino estaba escrito y si no era ese, hubiera sido uno peor, y seguramente no hubiera terminado tan bien.
Ahora tengo ganas de volver a ver la película (tanto la nueva como la vieja versión), pero se sigue sumando a mi lista de pendientes, ay ):
Pecado mío, alma mía.

La Muerte de Iván Illich.

Fue una recomendación dada en una clase que era parte de un programa sobre un Taller contra el Dolor, realmente no recuerdo bien el nombre. Lo que sí fue aquella clase, la que más me interesó, dada por una tanatóloga, sobre la muerte y cómo es afrontada por los pacientes y sus familiares. Su plática fue profunda, con muchas reflexiones interesantes, cautivando toda la atención de los oyentes. Y entre todo lo que mencionó, habló de este libro. Lennon fue el que lo encontró y me lo pasó, y yo tardé en leerlo por cosas de la escuela, pero al final lo leí, y me gustó mucho, aunque a ratos me estrujaba el corazón, pues da una perspectiva nueva y angustiante de como Iván veía que se le iba la vida, y por más que lo evitaba y lo ocultaba, sus días terminaban. Lo que mas me gustó fueron sus diálogos internos, y el doloroso contraste de como él realmente se sentía a como los demás creían que se sentía.
Lo volveré a releer para cuando termine el internado (espero, tanto releerlo como terminar el internado).

sábado, junio 9

La Mano de la Buena Fortuna.

Supe de ese libro gracias a una amiga, quien alguna vez lo mencionó en una de sus redes sociales. El título me cautivó, y me dio curiosidad el nombre del autor, Goran Petrovic, muy diferente de los apellidos y nombres de los autores que suelo leer (cuya lengua materna suele ser principalmente el español o el inglés), por lo que le pregunté a Nanis (mi amiga) un poco sobre el libro, y se me hizo interesante. Posteriormente, un poco de búsqueda en Internet y la maravilla de traer documentos en el celular, y ya estaba leyendo felizmente (¡y hasta más rápido que Nanis terminé el libro!).
Inicialmente no me llamó mucho la atención, sobre todo por la dificultad de los nombres y apellidos serbios, pero poco a poco la trama me atrajo, pues es un realismo mágico diferente al de autores como García Márquez, un poco más seco y formal, pero también rico y con varios matices europeos a mi parecer. Además, la idea de pensar que hay un mundo paralelo en todos los libros y que puedes contactar a otras personas e ir más allá de lo escrito es hermosa, y me gusta creer que es un poquito cierta, si pones tu corazón e imaginación en ella. 
Yo también quiero que Anistas Branica me haga un legado, para él y para mi.

jueves, mayo 24

Only you.



Lo amé, así quiero que sea mi vida ♥.

miércoles, abril 4

Tres meses y contando...

"De sólo pensarlo me sudan las manos un montón."Al escuchar esa frase, casi me echo a reír, volteando a ver al chico que venía a mi lado, y al hacerlo me sorprendí. Realmente sus manos estaban perladas de sudor, húmedas al tocarlas. Lennon sudaba de sólo pensar en el internado. Y probablemente yo debería hacer lo mismo, pero al contrario, evado la realidad y trato de ver el 1 de Julio como una fecha muy lejana (¡aunque estoy a menos de 100 días de ella!), por más que me pegue la realidad con cosas bobas (como notar que ciertas series de televisión empiezan en Junio, y que una ya no las verá) o reales, como la toma de la foto de generación, o el hecho de que sólo me faltan 5 materias para terminar toda mi tira de 10 semestres. No sé, a la mejor cuando tenga completos todos mis papeles para el Internado, u obtenga mi RFC (mi primer paso consciente hacia la adultez, supongo), o seguramente una noche antes, cuando esté rodando en mi cama muerta de nervios, sin poder dormir y repasando mentalmente con ojos pelones todo lo que deba de saber para mi primer rotación, deseando no meter la pata, imponiéndome mentalmente responer todo lo que se me pregunte y hacer todo lo que se me pida -y un poco más-, y esperando tener buenos compañeros de rotación y buenos médicos residentes y adscritos con los que conviva, y seguramente todavía siga así hasta días, meses después. Y probablemente caeré en cuenta de todo hasta que vaya a mitad del Internado. Y de ahí después me dará la crisis de pánico por el Servicio Social. Ya me conozco.
Mientras, por ahora evado un poco todo esto que se viene, y incertidumbre de no saber que será de mi en unos meses. Es una zozobra rara, pero por ahora la disfrutaré. Se siente bien.
Ansiedad...y la cuenta regresiva.

Los Juegos del Hambre. Libro 3: Sinsajo.

Terminando el segundo libro de los Juegos del Hambre, lo empecé a leer, y de los tres libros, puedo afirmar que este es el más cruento y sangriento de los tres, con una Katniss totalmente diferente a aquella chica cazadora que se ofreció como tributo por su hermana. Ahora se muestra mentalmente inestable, retorcida y debatiéndose entre un montón de pensamientos siempre girando alrededor de Snow, Peeta, Gale, el Capitolio y todas las personas que se encuentran a su alrededor, y todo lo que ha pasado desde que desafió al gobierno de Panem con unas bayas para salvarse a si misma y a Peeta. Es un libro trágico, pero resolutivo al final, con muchas pérdidas en el camino (unas más dolorosas que otras), y un final que termina siendo justos para todos, aunque no muy alegre. Pero al final así tenía que ser.
¿Real o no?

jueves, marzo 22

07-12

Mi uniforme (bata y pantalón blanco -¡blanquísimo!- reluciente, sin estrenar, esperando este momento casi tanto como yo) ya está listo, incluso mis calcetines (nuevos), playera (nueva, y que no será blusa como al final están anunciando), y hasta ropa interior. Ya sé que aretes usaré (largos como me gustan, y no aquellos pequeños que dicen, cosa que al final no importa porque seguramente mi cara saldrá más pequeña que una moneda de 10 pesos), cómo me maquillaré, cómo me peinaré y los zapatos que me pondré (no, no serán zapatos médicos). Hasta corté mis uñas y las pinté de verde, al fin que ni se verán y el color me gusta.
Y así iré arreglada a mi manera, sin dejar de ser yo pero siguiendo las indicaciones (o la mayoría) para mi foto de graduación. Porque ya mañana una cámara plasmará mi carita sonriente, como indicador de que ya mis 10 semestres, mis 5 años han expirado. Y si sigo sin creérmelo, tal vez en menos de 24 horas ya haya entrado en razón, y empiece a tener sentimientos encontrados y un pequeño nudo en la garganta, que ahora se aprieta con la tristeza de ir por rumbos separados de los que han trazado mis mejores amigos, y ahora se afloja con el entusiasmo de estudiar en provincia por un año, con Lennon a mi lado.
Por lo mientras, mañana me arreglaré lo mejor que pueda para la ocasión, soportaré estoicamente y de buen humor cualquier número de horas que tarde la generación en acomodarse, ponerse de acuerdo y tomarse la foto, y al final exhibiré la mejor sonrisa natural (¡qué sea extrapiramidal y que no cierre los ojos ni se me vea papada ni tenga cara de drogada!), para que todos me recuerden de la mejor manera posible.
Y así, empieza la cuenta regresiva...

lunes, marzo 19

Los Juegos del Hambre. Libro 2: En llamas.

Inmediatamente después de leer el primer libro (Los Tributos), corrí a descargar las dos siguientes partes, y a pasarlas a mi teléfono para empezar a leer. Y justo hoy terminé la segunda parte.
Debo decir que me gustó más el primer libro, y esperaba que éste fuera un poco más soso y tranquilo, con la inevitable boda de Katniss y su destino irremediablemente ligado al de Peeta, sin poder estar con Gale como ella quisiera, y con el Capitolio a sus espaldas presionándola para evitar la creciente rebelión que se llevaba a cabo poco a poco. Pero lo que si no me esperaba fue el Quarter Quell, con las reglas nuevas y los nuevos vencedores peleando una vez más, y el final inesperado que sólo viene a ser el inicio del tercer libro, el cual ya estoy a punto de pasar a mi teléfono, a ver que sucede.
Tic, tac.

Los Juegos del Hambre. Libro 1: Los Tributos.

Mi hermana fue quien me comentó por primera vez sobre esta trilogía, en relación a una venta de productos relativos al libro en una página de Internet, y por lo que me contó de la trama, no me llamó mucho la atención, hasta que, por falta de algo atractivo que leer (Lennon me había pasado la trilogía de Apocalipsis Z, pero las primeras páginas no me había atraído por completo), y pensando en darle una segunda oportunidad (más que nada en base a si podía descargar los libros -que no esperaba fueran 3- o no), fue que empecé a leer el primer libro, justo a tiempo para terminarlo antes de que salga la película (este próximo viernes, ¡y ya ando contando los días!).
¿Y qué puedo decir? Me encantó el primer libro, y no pude dejar de leerlo (sobre todo gracias a que pude traerlo en el celular y leerlo en los ratos libres), me atrapó la personalidad de Katniss y todos sus embrollos mentales, y la emoción de saber quien llegaría al final de los Juegos del Hambre (aunque en lo personal yo no me hubiera decidido a salvar a Peeta teniendo sentimientos por Gale, sin importarme la deuda que tuviera con el hijo del panadero), imaginándome por completo el estadio, y los diferentes cambios que manipulaban los Vigilantes, quienes me parecieron terribles desde el inicio, con toda la decadencia y problemas de poder del Capitolio. Pero al final Catnip les dio la vuelta, y los hizo rabiar por completo.
Excelente primer libro, que engancha por completo (y me traumó y me hizo adicta a la trilogía e hizo que terminara haciendo adicto a Lennon también), tanto así que probablemente me quedaré sin lectura para vacaciones de Semana Santa si sigo leyendo y leyendo.
Happy Hunger Games!

miércoles, enero 4

Frankie says Relax!

Es algo muy menso, y que ya debería saberlo, pero en estos momentos, no le veo el sentido a estar preocupándome por los asuntos de los demás o sus nimiedades, como si toman mas agua que yo, o pierden más peso que yo, o sufren o ríen más que yo. Equis, su vida es su vida, y no creo que el resto del mundo se coma las uñas pensando en qué es lo que hago yo, ni debería importarme. Aunque luego me digan egoísta y "yo-yo", pero ahora será más (supongo). La prioridad soy yo, y enfocarme yo a tomar el agua que quiera tomar, bajar los kilos que quiera bajar, y demás cosas que sean adecuadas y aptas para mi, y que me hagan sentir bien, sin estar viendo si los demás lo hacen, o lo aprueban, cual vil competencia.
Parafraseando a mi padre: "¿Los demás qué? Ellos no importan, importas tú."

lunes, enero 2

Vida de una Geisha.

Lo estuve releyendo, ya tenía rato sin hacerlo (probablemente sea como la cuarta o quinta vez que lo hago), sólo que esta vez fue de Internet, pues no recuerdo donde quedó mi libro; o bien está en el cuarto de trebejos de arriba o bien está en la casa de una amiga (qué más bien ahora es conocida :/ y tiene mucho tiempo que no la veo, por lo que no sé bien como pedirle el libro, o más bien saber si ella lo tiene). Le pedí a mi papá que me lo comprará al haber quedado enamorada del libro "Memorias de una Geisha" (Arthur Golden), y al querer saber más del fascinante mundo de las geiko, las maiko, y de mi adorado Japón (en esa época mi fanatismo por ese país estaba más latente), y me devoré el libro y me quedé prendada de las imágenes que traía de Mineko.
El libro me gusta mucho (aunque el de Arthur Golden me gusta más por su romanticismo y por haber sido el primero que leí, jeje), por todo el ambiente de Gion Kobu y las actividades que tenían que realizar las geiko y las maiko. Probablemente más adelante en mi carrera yo también estaré saturada de cosas que hacer, pero creo nunca podría hacer lo mismo con ellas, principalmente por mi falta de porte (!) y mala coordinación para bailar (tengo la misma gracia que una pala mecánica, siempre lo he afirmado), jijii. Aún así no dejo de soñar despierta con anhelar tener aunque fuera una pizca de la elegancia y estilo que aquellas artistas, además de que admiro la manera de pensar y de ser de Mineko, que al final le dio como recompensa el ser la mejor geiko de Gion Kobu.
Hokori o Motsu.

domingo, enero 1

¡Hola 2012, adiós 2011!

Normalmente no me despediría tan efusivamente el año anterior, ni saludaría con tanto ánimo, pero no lo pude evitar al desayunar ricamente en la cama (mezcla de 3 cereales) y tener un pequeño jalón de orejas hacia mi misma.
Pues bien, el 2011 fue un buen año, en el que puedo decir que viví de todo: conocí y profundicé muchas amistades (aunque también descuidé, conocí dobles caras y dejé de lado otras, no lo negaré), tuve el cabello largo (y de un día para otro me lo corté y me despedí de años de crecimiento en poco más de 20 cm), aprendí un poco más de mi familia (y de mi misma, tanto cosas buenas como malas), redescubrí mi vocación (¡Pediatría!) y hasta tuve una computadora y teléfono nuevos, jeje. Fue un año que quise que pasara rápido, pero que ahora que se fue, lo extraño un poco, por haber sido crucial en muchos aspectos de mi vida, pero sé que debo dejarlo pasar para iniciar el que sigue, uno que el que hoy (el primer día de los 365 que lo conforman) ya por min me calló la inminente realidad: en 6 meses inicio mi Internado.
Aunque no esperase nada, en este año van a pasar muchas cosas, así que lo mejor es afrontarlas y estar preparada cuando lleguen, por lo que, en vez de propósitos, mejor tendré planes: como planear comer mejor (y no tener tantos desastres gastrointestinales), hacer ejercicio (el 5 retomo la natación :D) y ayudar en la casa y aprenderle todo lo que pueda a Marina (tanto en quehaceres como cocina), y ser mejor persona en general, sin tantos berrinches ni impulsos mensos o incluso gastos innecesarios, y con mejor decisiones y una nueva actitud que vaya a la par con un año tan maravilloso que se me (nos) presenta (claro, Lennon no puede faltar en otro año más de aventura por la vida uno al lado del otro).
Así que, ¡adelante!