jueves, marzo 22

07-12

Mi uniforme (bata y pantalón blanco -¡blanquísimo!- reluciente, sin estrenar, esperando este momento casi tanto como yo) ya está listo, incluso mis calcetines (nuevos), playera (nueva, y que no será blusa como al final están anunciando), y hasta ropa interior. Ya sé que aretes usaré (largos como me gustan, y no aquellos pequeños que dicen, cosa que al final no importa porque seguramente mi cara saldrá más pequeña que una moneda de 10 pesos), cómo me maquillaré, cómo me peinaré y los zapatos que me pondré (no, no serán zapatos médicos). Hasta corté mis uñas y las pinté de verde, al fin que ni se verán y el color me gusta.
Y así iré arreglada a mi manera, sin dejar de ser yo pero siguiendo las indicaciones (o la mayoría) para mi foto de graduación. Porque ya mañana una cámara plasmará mi carita sonriente, como indicador de que ya mis 10 semestres, mis 5 años han expirado. Y si sigo sin creérmelo, tal vez en menos de 24 horas ya haya entrado en razón, y empiece a tener sentimientos encontrados y un pequeño nudo en la garganta, que ahora se aprieta con la tristeza de ir por rumbos separados de los que han trazado mis mejores amigos, y ahora se afloja con el entusiasmo de estudiar en provincia por un año, con Lennon a mi lado.
Por lo mientras, mañana me arreglaré lo mejor que pueda para la ocasión, soportaré estoicamente y de buen humor cualquier número de horas que tarde la generación en acomodarse, ponerse de acuerdo y tomarse la foto, y al final exhibiré la mejor sonrisa natural (¡qué sea extrapiramidal y que no cierre los ojos ni se me vea papada ni tenga cara de drogada!), para que todos me recuerden de la mejor manera posible.
Y así, empieza la cuenta regresiva...

lunes, marzo 19

Los Juegos del Hambre. Libro 2: En llamas.

Inmediatamente después de leer el primer libro (Los Tributos), corrí a descargar las dos siguientes partes, y a pasarlas a mi teléfono para empezar a leer. Y justo hoy terminé la segunda parte.
Debo decir que me gustó más el primer libro, y esperaba que éste fuera un poco más soso y tranquilo, con la inevitable boda de Katniss y su destino irremediablemente ligado al de Peeta, sin poder estar con Gale como ella quisiera, y con el Capitolio a sus espaldas presionándola para evitar la creciente rebelión que se llevaba a cabo poco a poco. Pero lo que si no me esperaba fue el Quarter Quell, con las reglas nuevas y los nuevos vencedores peleando una vez más, y el final inesperado que sólo viene a ser el inicio del tercer libro, el cual ya estoy a punto de pasar a mi teléfono, a ver que sucede.
Tic, tac.

Los Juegos del Hambre. Libro 1: Los Tributos.

Mi hermana fue quien me comentó por primera vez sobre esta trilogía, en relación a una venta de productos relativos al libro en una página de Internet, y por lo que me contó de la trama, no me llamó mucho la atención, hasta que, por falta de algo atractivo que leer (Lennon me había pasado la trilogía de Apocalipsis Z, pero las primeras páginas no me había atraído por completo), y pensando en darle una segunda oportunidad (más que nada en base a si podía descargar los libros -que no esperaba fueran 3- o no), fue que empecé a leer el primer libro, justo a tiempo para terminarlo antes de que salga la película (este próximo viernes, ¡y ya ando contando los días!).
¿Y qué puedo decir? Me encantó el primer libro, y no pude dejar de leerlo (sobre todo gracias a que pude traerlo en el celular y leerlo en los ratos libres), me atrapó la personalidad de Katniss y todos sus embrollos mentales, y la emoción de saber quien llegaría al final de los Juegos del Hambre (aunque en lo personal yo no me hubiera decidido a salvar a Peeta teniendo sentimientos por Gale, sin importarme la deuda que tuviera con el hijo del panadero), imaginándome por completo el estadio, y los diferentes cambios que manipulaban los Vigilantes, quienes me parecieron terribles desde el inicio, con toda la decadencia y problemas de poder del Capitolio. Pero al final Catnip les dio la vuelta, y los hizo rabiar por completo.
Excelente primer libro, que engancha por completo (y me traumó y me hizo adicta a la trilogía e hizo que terminara haciendo adicto a Lennon también), tanto así que probablemente me quedaré sin lectura para vacaciones de Semana Santa si sigo leyendo y leyendo.
Happy Hunger Games!