martes, septiembre 25

La Ruta del Hielo y la Sal.

Hace mucho que no leía a algún autor mexicano, y debo decir que José Luis Zarate me impresionó sobremanera; ahora entiendo porque mi compañero de Interndo me recomendó tanto esta novela corta (cortita, me la leí en el par de horas en lo que el plomero arreglaba el problema del agua caliente, el cual sigue sin tener solución :/), él que también es un asiduo lector como yo. Es un texto lúgubre, sin esperanza, desolado y también sexual, pero triste porque el capitán vive eternamente reprimiéndose, y cargando con un muertito, pero al final encuentra la paz. Ya se lo recomendé a mi hermana, ojalá le guste y encuentre la relación con Drácula, aunque parezca que no haya mucha con el individuo misterioso de Bulgaria y las ratas blancas, ñaca ñaca.
El placer y el temor a veces se parecen tanto.

lunes, septiembre 24

Pendientes para las Vacaciones.

Del 24 de Septiembre al 05 de Octubre de este año, el Infernado me libera de sus garras (y de sus guardias, y de algunos médicos de base, residentes e internos nefastos) y soy libre para hacer lo que me plazca, pero (trataré) no me dedicaré a la vagancia y al libertinaje, de ahí que haré que buscaré dedicarme a lo siguiente:

  • Dormir decentemente (más de 4 horas, menos de 10, para eso de no malacostumbrarme).
  • Ir al HGZ #3 y buscar al Paidopsiquiatra y pedirle me deje estar en la consulta con él/ella.
  • Hacer ejercicio / correr.
  • Comer sano / no comer cerdamente.
  • Leer temas de Pediatría (lo básico).
  • Leer (releer "Diablo Guardián" y leer "La Ruta del Hielo y la Sal")
  • Conocer Cancún.
  • Ver muchas muchas películas.
Pero por hoy, me dedicaré a disfrutar que hace frío en Cancún, y dormiré dormiré y dormire.

Los Renglones Torcidos de Dios.


Alguna vez una tía me llegó a comentar de la película (originalmente libro, pues), y ya me había llamado la atención, aunque se me quedó relegado, hasta que me volvió el amor y el interés por los asuntos de la mente, y al empezar a releer un poco de mi adorada Psiquiatría, recordé el libro (y la película), y me dispuse a encontrar primero el libro, y leerlo. Me encantó, a pesar de ser muy crudo, y mostrar tantos personajes tan desgarradores e impactantes (que triste, pero cierto, están presentes y en todos lados, donde uno menos se lo imagina), en especial la mismísima Alice Gould, quien a ratos me chocaba (por su brillantez y exquisitez de persona y perfección misma) y  ratos me deslumbraba por su manera de pensar. Además, todo empieza a ponerse (más) interesante desde la llegada del Dr. Alvar, y su relación con Alice. Hay pasajes muy buenos, dignos de leerse más de una vez, como las elucubraciones de Alice o las juntas de los psiquiatras. Seguramente volveré a leerlo más adelante, ya que, siento que hizo que girara un poco más mis ojos hacia la Psiquiatría, definitivamente.
Además, yo también estoy secuestrada legalmente en mi internado, ja.

El Resplandor.

Ya tenía rato queriendo leer este libro, más que nada por todo lo que se decía de la película, aunque de esta no conocía más que una que otra escena, y francamente no les veía relación, por lo que se quedó como un libro pendiente más, hasta que me quedé sin material para leer y me puse a buscar (como de costumbre), y empecé a leer. Realmente, esperaba que me diera más miedo, y que me dejara sin dormir a ratos, o incluso interfiriera en mi descanso, pero nada de eso pasó. Tal vez si vea la película (de la cual ya vi unas escenas y ahora sé de qué trata), cosa que tampoco he podido hacer (no porque no me haya podido hacer un cachito de tiempo, sino porque, a pesar de ya estar inscrita en un videocentro, no tienen la película disponible). En sí el argumento y la trama me gustaron, y habían partes en las que sí me latía el corazón un poquito más de lo normal (como cuando se movían las figuras de los animales de arbusto), pero no logró agarrarme del todo, aunque el final estuvo interesante. De todos modos, fue un buen libro, y ahora espero, poder algún día leer aquel otro de Stephen King respecto a un payaso malvado, que dicen que ese sí espanta. Dicen.
Redrumurder!