[Girl: The Beatles]
Le encontré tranquilo, sin fiebre y muy contento de que hubiera ido a visitarlo (aunque no sorprendido, porque ya sospechaba que yo haría algo así, me conoce muy bien). No hubo necesidad de estar alejados ni de usar cubrebocas. Y aunque la hubiera habido, seguramente nos habríamos olvidado de esos miramientos (yo más que él) por más futuros médicos que vayamos a ser. Al contrario, me pude repegar cómodamente contra su pecho y abrazarlo, incluso besarlo (soy humana -y humana enamorada- y el ya está sano, y si no es así, pues ni modo, a las consecuencias me atendré).
Platicamos mucho, de cosas triviales que habían pasado en el tiempo que no nos habíamos visto (muchísimo, casi un día), como los niños del mundo y las clases de farmacología con el señorito Kenell. Le devolví el cuaderno en donde estuve pintando cuadritos de colores (y que había terminado ese mismo día) y el me presentó a Trixy, la nueva perrita de la familia, y así se nos fue el resto de la tarde (así es Sr. M. y Marina, no fui a mi clase de Anatomía Patológica). Lo mejor fue escuchar las canciones remasterizadas de los Beatles y jugar ajedrez, donde perdí pero me defendí lo mejor que pude para los varios años que tenía de no mover una sola pieza.
A la hora de irme, muy caballerosamente me llevó de vuelta a la escuela y me compró el Icee de cereza que tanto había estado deseando desde ya más de 2 semanas :) Fue un día muy lindo a su lado, con todo y enfermedades contagiosas de por medio. Ya tenía rato que no teníamos un buen rato para nosotros sin involucrar tareas de por medio, aunque fueran un par de horas, awww. Hasta nos tomamos fotos y cantamos. Podría seguir escribiendo y escribiendo sobre los pequeños lindos detalles de hoy, pero debo parar. Simplemente, espero más días como estos.
Totoro&Totopa.
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