domingo, febrero 10

Cincuenta Sombras Liberadas.

Lo último que le quedaba de dar a la trilogía, aunque no quedé muy fascinada con eso del matrimonio de Ana y Christian, fue demasiado pronto, y demasiado posesivo, además de que las escenas eróticas ya estaban empezando a decaer (por no decir que ya estaban choteándose -si es que se puede emplear esa palabra-) un poco, y ya Ana llegaba a verse demasiado necesitada de sexo, siendo más lujuria que amor. Además, la llegada de Bip fue demasiado (y eso de mezclar un poquito embarazo y sexo no me terminó de convencer mucho), por lo que fue bueno que todo terminará, y seguí quedándome con mi idea original: muy bueno para ser un fanfic, no tan bueno para ser un libro. Ahora falta ver que pasará con la película.
Y qué puedo decir, tanto así me llegó a gustar Christian Grey que he apodado así a un médico de base de Medicina Interna que me encanta (y con el que estoy rotando, y Lennon lo sabe, muajaja).

No hay comentarios: