lunes, diciembre 27

La Letra Escarlata.

El último libro del lote que me prestó la tía de Lennon (que por cierto, no he devuelto todavía y por lo tanto tomaré nota mental de ello, je), que creo lo había empezado en las vacaciones pasadas e intenté seguir a ratitos, pero el semestre se interpuso, y hasta las siguientes vacaciones lo terminé, aunque debo decir que también me tarde en parte por la aburrida pesada introducción que le pone Nathaniel Hawthorne a su libro, bleh.
Pues en sí la historia no fue de mi total agrado (creo que prefiero ver la película, a ver si no es tan lenta), y se me hizo pesada y algo aburrida, aunque la trama no estaba tan mal, sobre todo porque se trataba de un triángulo amoroso y el producto de éste, pero esperaba más del reverendo, y no que anduviera llorando y sufriendo por doquier por no tener el valor de responder como padre de la pequeña Perla (quien fue mi personaje favorito del libro) y dejar a Hester Pryne cargando con todo, y tras darle un soplo de esperanza al pensar que se fugarían, ¡zaz! Roger Chillingworth sigue pisándoles los talones y haciéndoles la vida imposible. Y al final Arthur Dimmesdale muere, saliendo todo mal, en un final inesperado. Y todo eso por el adulterio.

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