jueves, mayo 13

Sí, si me alucino.

Compañeritos (sólo dos) detestables, materias con calificaciones deplorables (todas), computadora vieja a la que se le tiene que andar rogando para que reconozca la tarjeta del módem y entré a Internet (sin ningún puerto USB funcional y supuesta falsificación de Windows, como detallitos extra) y un calor de la chingada.
Y no sólo eso, no hay que olvidarse de las enemil exposiciones a preparar y presentar (algunas inútiles, otras no tanto), los desvelos de cada día, las clases de natación con agua de la alberca fría y agua de las regaderas helada, tráfico a combatir levantándose muy muy temprano y quejas familiares del tipo "no ayudas en la casa/convive con la familia" (entre otros asuntos que en este momento no se me vienen a la cabeza porque no me interesan).
Mi vida es un desastre, ¿o será que soy una adolescente (bien) tardía bien dramática?

¡COCHINO SEMESTRE, YA ACÁBATE!

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