sábado, septiembre 26

Marfan y Regresiones.


Tras haber tenido un periodo de ausencia (o más bien algo así como 10 minutos angustiantes -bueno, en su momento no supe que lo eran- donde no tuve la más mínima idea si me quedé dormida frente a la computadora, si se me pegaron los párpados y yo ni en cuenta, o sí simplemente mi alma se fue de paseo un ratito), este se me despejó del todo con una plática con Lennon, en la cual ya estaba a punto de colapsar porque pensé que se estaba quejando de que hoy lo llevé de aquí para allá en el Centro y lo hacía regresar por varios lugares buscando cosas (en las cuales "quemar mi dinero" -frase que me dolió ): y me hace querer volverme una coda casi judía y no volver a chacharear por mucho tiempo-), y el pobre todo enfermo y cansado y hastiado. Afortunadamente fue un pequeño malentendido, del cual hacemos muchas bromas ahora, aunque eso sí, ya no abusaré tanto de él de esa manera cuando esté enfermo, en serio.
El caso es, que tras toooodo eso, estaba yo siguiendo con mi tarea de Genética (presentación en Power Point del Síndrome de Marfan), y tras terminar de recabar la información andaba buscando imágenes que poner. Las encontré, las pegué, y entonces solamente me faltaba poner algo acorde a las complicaciones, cuando ¡oh no! ¡no hay imágenes que me gusten ni que puedan expresar adecuadamente factores como el ensanchamiento de la base de la aorta! Sudé frío, y de tanta desesperación sólo terminé añadiendo una operación cardiaca y unas manos con aranodactilia, esperando que mi profesora supiera desentrañar que para esos casos se requiere fisioterapia.
Fue ahí cuando me acordé de aquella vez en el kínder que nos dejaron buscar en periódicos imágenes de lo que fuera una familia y pegarlas en una cartulina. Yo ya tenía mi recorte (mal hecho seguramente, con eso de que soy zurda y no tenía todavía tijeras acordé a mi, así que las "diestras" hacían que cortara todo feo, aparte de no ser muy experta a esa edad) de la mamá y del papá. Solo faltaba el del hijo, que tenía que ser un bebé. Recuerdo haber buscado y buscado por muchos periódicos y nada. Sudor frío por mi espalda, y desesperación. Fue ahí que entonces decidí agregar una imagen como esta:
[Para los que no sepan, es el logo -por así decirlo- de un Parque Funerario relativamente cercano a mi casa (...)]
La hora de revisar los trabajos había llegado, y entonces la maestra llegó a mi lugar, y la plática que se dio fue realmente interesante ahora que lo pienso, y fue más o menos la siguiente:

Maestra: Ya tienes al papá y a la mamá, muy bien. Sólo que, ¿por qué en donde debería ir el bebé de la familia hay un par de manos?
Neko: Ay Miss, pues es que están haciendo un bebé con las manos.

En cuanto vi la cara de la maestra, creo que no capto mi punto (más bien no lo entendió), ni siquiera cuando intenté mover mis manitas como las de la imagen para justificar mi respuesta de niña de 5 años. Probablemente suspiró y desechó ese intento mío de explicación a un rincón de su mente que de seguro decía algo así como "ideas FAIL de todos los alumnos que he tenido". Y después me consiguió mi imagen de un bebé. Y era un bebé sonriente, yo recuerdo, seguramente por que mi Miss salvó el día y mi calificación.
En fin, haciendo regresión al ahora, realmente creo que el sentimiento de desesperación fue el mismo. 15 años después. Sólo que ahora, la maestra no buscará alguna imagen de técnicas quirúrgicas o escoliosis por mi.
Y todo eso por culpa de Winnie Pooh-diagonal-maestra de Genética.


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