sábado, septiembre 10

Pequeños placeres de la vida en un día de la vida.

Ir a una mini-guardia de 5 horas y tener firma doble, con médicos residentes e internos a todo dar que te invitan comida, presenciar la evolución de un trabajo de parto (casi) de principio a fin, escuchar que a una señora le confirman un embarazo buscado, encontrar un buen descuento en camisas de cumpleaños para tu papá e ir con tu mejor amiga buscando las camisas más bonitas, verte delgada en el espejo, que se te cumpla el antojo (de meses) de tacos de canasta, brincar y brincar y brincar con las piernas bien flexionadas en un brincolín en una fiesta para niños.
Y no pensar que hay que estudiar, que las semanas cada vez son más pesadas y que el tiempo que falta para el Internado se está evaporando. Sólo brincar.

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