viernes, abril 1

8CM22.

Es la clave para mi grupo de octavo semestre de Pediatría, grupo al que me fui yo solita, sin Lennon ni Nella de valiente mancuernilla. Con miedo y dudas de sí podría salir bien en un grupo con tantas guardias (y ejercicio) y un maestro muy estricto, que hizo que mantuviera siempre mis zapatos limpios, mi cabello recogido y mis uñas cortas, como debe de ser. Y que hacía que nos llamáramos por nuestros apellidos, y que nos levantáramos en cuanto el entrara y saliera del salón, y también cuando nos preguntaba algo o nosotros preguntábamos algo. Así es el Dr. Luna.
Hoy acabó el trimestre con ese grupo, y como les dije hoy al despedirnos, mis expectativas del grupo y de la materia (la cual hasta ahora ha sido la mejor materia que he llevado en la carrera y en la cual he aprendido muchísimo más que en cualquier otra y roté por muchos servicios en los cuales otros alumnos no entran ni hacen las mismas cosas que nosotros) fueron superiores a lo que me imaginaba, y al final salí muy bien (mejor de lo que me esperaba), y no pude pedir mejor grupo, el cual se volvió mi grupo favorito, de donde con todos me llevé y a todos les hablé y viceversa, e hice y reforcé amistades muy buenas, a pesar de que luego habían veces en que desesperaba y sentía que habían personas que me caían en la punta del hígado, al final me cayeron bien y todos esos malos pensamientos desaparecieron, y me quedé con una linda impresión de todos :). También no pude pedir mejor maestro: estricto, inteligente, jugador de fútbol americano, papá de los pollitos (osease su grupo) y coqueto como ninguno; definitivamente lo extrañaré mucho, deberían haber más como él para formar líderes (como él dice), y si algo le agradezco, además de la oportunidad de hacer guardias y guardias donde pude recibir pequeñitos e interactuar con pacientitos en la consulta de urgencias pediátricas, es el hecho de que reafirmó mi vocación y mi adoración por la pediatría. No deseo nada más que eso para mi futuro médico, y eso de saber qué es lo que se quiere en la vida, y ver que se disfruta muchísimo, es algo sumamente hermoso. Tanto, que incluso planeo alguna vez darme una escapada y hacer guardias con Nella -quien estará con el Dr. Luna el próximo trimestre-, por el puro amor al arte y a el devolver la salud a los niños :).
Probablemente nunca lo lean, pero aun así gracias a todos: Bianca, Eder, Alo, Fabi, Era, Pablo, Tere, Marco, Sara, Ale, Vero, Ara, Ramón, y en especial a usted, Dr. Luna, y a sus palabras tan lindas del día de hoy para mi y para todos.
Los extrañaré y los extrañaré un montón; ojalá un día de nuevo todos nuestros caminos se crucen, realmente espero con ansias eso.

Atte: Neko, una lunista más.

No hay comentarios: