"De sólo pensarlo me sudan las manos un montón."Al escuchar esa frase, casi me echo a reír, volteando a ver al chico que venía a mi lado, y al hacerlo me sorprendí. Realmente sus manos estaban perladas de sudor, húmedas al tocarlas. Lennon sudaba de sólo pensar en el internado. Y probablemente yo debería hacer lo mismo, pero al contrario, evado la realidad y trato de ver el 1 de Julio como una fecha muy lejana (¡aunque estoy a menos de 100 días de ella!), por más que me pegue la realidad con cosas bobas (como notar que ciertas series de televisión empiezan en Junio, y que una ya no las verá) o reales, como la toma de la foto de generación, o el hecho de que sólo me faltan 5 materias para terminar toda mi tira de 10 semestres. No sé, a la mejor cuando tenga completos todos mis papeles para el Internado, u obtenga mi RFC (mi primer paso consciente hacia la adultez, supongo), o seguramente una noche antes, cuando esté rodando en mi cama muerta de nervios, sin poder dormir y repasando mentalmente con ojos pelones todo lo que deba de saber para mi primer rotación, deseando no meter la pata, imponiéndome mentalmente responer todo lo que se me pregunte y hacer todo lo que se me pida -y un poco más-, y esperando tener buenos compañeros de rotación y buenos médicos residentes y adscritos con los que conviva, y seguramente todavía siga así hasta días, meses después. Y probablemente caeré en cuenta de todo hasta que vaya a mitad del Internado. Y de ahí después me dará la crisis de pánico por el Servicio Social. Ya me conozco.
Mientras, por ahora evado un poco todo esto que se viene, y incertidumbre de no saber que será de mi en unos meses. Es una zozobra rara, pero por ahora la disfrutaré. Se siente bien.
Ansiedad...y la cuenta regresiva.