Tengo sueño, y flojera; no sólo eso, también me siento enojada, impotente, descorazonada y con el alma en un hilo ante la incertidumbre de los asuntos que no son míos, pero en los que de una u otra manera estoy aunque no deba, todo por amor y por necesidad.
(Casi siempre pasa a unos días de algo relativamente importante.)Es un ciclo.